domingo, diciembre 10, 2006

El juego
es
sencillo:
hay
que estructurar
un
enunciado
coherente
usando
las palabras
adecuadas.

Veamos:
el grillo
canta
su
impaciencia
universal,
la
noche
muere
en el vaso
de la
impacible
suerte.
Yo
no soy nada,
moriré
con
tu beso,
amable
y simultánea
esperanza
de
resurrección.

¿Voilá?